Claire, hada de la Columbina.
La columbina o aguileña (aquilegia vulgaris) es una planta ranunculácea de rizoma subterráneo. Su nombre deriva del término latino aquila, por la forma ganchuda de sus pétalos parecidos a las garras de un águila. La tradición medieval atribuía a esta flor propiedades protectoras, pues el águila sujeta a sus crías con las garras y éstas se aferran a ellas con firmeza. En otras palabras, la forma curva de los pétalos se compara con el cariño con el que el ave real cuida y trata a sus pequeñuelos y no con la capacidad destructora de sus garras. Sin embargo, la creencia popular asegura que, a pesar de su belleza y del color tan vivo, trae mala suerte regalar la flor de la aguileña a una mujer.
Columbina o aguileña
La variedad de aguileña que crece en norteamérica (aquilegia canadiensis) es una de las flores silvestres más bellas. Recibe el nombre de columbine (columbina), del latín columba que significa paloma. También se la conoce por el popular nombre de "zapatos de la Virgen María" por la forma y posición de sus pétalos cuando caen al suelo ya que se supone que la adquirieron al ser tocados por el pie de la Virgen cuando fue a visitar a su prime Isabel.
Al relacionarse con la paloma, esta flor se considera símbolo de mansedumbre y amor, pero también de timidez. Para la iglesia católica es, aún hoy, una representación del Espíritu Santo y de sus siete dones (sabiduría, entendimiento, buen consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios) a pesar de que la flor sólo tiene cinco pétalos.
Figura de Claire, hada de la Columbina.
Fuente: Colección "Hadas de las flores" de Altaya.
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