Esta planta herbácea, de nombre científico Viburnum Lantana, se relaciona en la tradición germánica y anglosajona con el antiguo sistema de escritura rúnica, también utilizado en adivinación. En concreto, se identifica con la runa llamada Raidho, palabra que viene de Rad (en alemán "rueda"). La rueda se asocia al elemento aire, símbolo del movimiento circular del Universo y de los ciclos de la naturaleza en la llamada "danza de las estaciones". Muchos pueblos han celebrado esta danza a lo largo de su historia, simulando la rueda de la vida con bailes rituales en los que los participantes, cogidos de las manos, se transmitían la energía necesaria para que la rueda siguiera rodando. Antiguas leyendas suecas y danesas cuentan que en el centro del círculo que describían estas danzas, bailaba una joven virgen que representaba el sol de primavera.
La planta "Snowflakes"
El círculo o la rueda de Raidho, paradigma de la vida, está conectado, pues, con la doctrina de los ciclos de la existencia que tienden inexorablemente hacia una meta, sin que esta suponga el fin de nada; al contrario, se trata solo de un cambio, el reinicio de una nueva expansión y desarrollo.
Frente al caos, Raidho expresa, para estos pueblos nórdicos, el constante fluir del orden cíclico, perfectamente ilustrado con los movimientos de la Luna, la Tierra y los demás planetas, y con la división del año en ocho fragmentos, semejantes a ocho ruedas fraccionadas en cuatro partes. Estas divisiones constituyen los dos solsticios y los dos equinoccios, donde se situaban las cuatro principales celebraciones célticas: Imbolc (1 de febrero), Beltane (1 de mayo), Lugnasa (1 de agosto) y Shamain (1 de noviembre).
Figura de Viberna, hada del copo de nieve.
Fuente: Colección "Hadas de las flores" de Altaya.
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